Skyline Vietnam

A lo largo de estos años, Vietnam se ha revelado como una de las economías más vibrantes del Sudeste Asiático, una revelación consecuencia de diversas reformas de carácter legal, económico o social, y reflejada en última instancia en el persistente crecimiento de su producto interior bruto, que ha llegado a alcanzar los 476,3 mil millones dólares en 2024, con un aumento interanual del 7,09%, en línea con los objetivos establecidos en el Plan Quinquenal de Desarrollo Socioeconómico para el período 2021-2025. Si este crecimiento ha estado ligado, como acabo de decir, a diversas reformas, la inversión, sobre todo la extranjera, lo está a su vez a éstas, de tal forma que ponerse al corriente de las últimas novedades en la materia puede resultar determinante para definir un plan de negocio, reajustar uno ya proyectado o culminar con éxito otro ya iniciado. Estas lineas, centradas los sectores de la energía, infraestructuras y fiscalidad, pretenden contribuir en la medida de lo posible a ello.

1. Energía

El pasado 5 de marzo, el Ministerio de Industria y Comercio (MOIT) vietnamita aprobó la Resolución Nº 618/QD-BCT, por medio de la cual actualizó el Plan de Ejecución del Plan Maestro de Desarrollo Energético Nacional, incorporando al mismo 142 proyectos de energía solar con objeto no sólo de responder al compromiso gubernamental asumido por la Resolución Nº 233/NQ-CP, sino también de resolver los retos pendientes en este ámbito y, lo que es todavía mejor, de impulsar la seguridad jurídica en el mismo, clave para las inversiones que se lleven a cabo en él. Esta actualización, consecuencia de la modificación impuesta por la previa incorporación de 154 proyectos sin una clara base legal, además de incluir varios huertos solares a gran escala por un total de 9.000 MW, identifica los nombres de los proyectos, sus capacidades y sus ubicaciones provinciales.

Prácticamente un mes antes, el 14 de febrero, el MOIT sometió a consulta pública un borrador de Circular, cuyo propósito es substituir la Circular 27, de 21 de noviembre de 2024, por esta otra, con la finalidad de alinear la nueva Circular con lo dispuesto en la Ley Nº 61/2024/QH15, de 30 de noviembre de 2024, de la Electricidad, en concreto en lo relativo a los criterios de evaluación a tener en cuenta en concursos y licitaciones; a los tipos de proyectos elegibles en cualesquiera de ambos casos; y a las plantillas de acuerdos de compra de energía (PPA) adaptadas a los diferentes tipos de proyectos. Este cambio es importante porque si en la anterior Circular el criterio de eficiencia de la inversión era evaluado de acuerdo con el precio de la electricidad, limitado en la práctica por la gama establecida por el propio MOIT, en la que pretende substituirla se plantea un cambio sustancial, al añadir a los proyectos que sean conformes con la gama anteriormente citada, a los que no lo sean y, en fin, a los relativos a los acuerdos de compra directa de energía (DDPA)

2. Infraestructuras

En el ámbito de las infraestructuras portuarias, Vietnam, con más de 3.200 kilómetros de costa y más de 48 puertos marítimos, ofrece igualmente interesantes oportunidades de negocio. En este sentido, el punto de partida es el Plan Master de Desarrollo Portuario 2021-2030, aprobado a través de la Decisión 1579/QD-TTg, de 22 de diciembre de 2021, y todavía a mitad de camino de sus objetivos finales, previstos para 2030, pero con una posible ampliación hasta 2050. Con este Plan, que sucede en el tiempo al de 2009, se busca, en términos de capacidad, mover 1.423 millones de toneladas de mercancías y transportar 10,3 millones de pasajeros; y, en términos de infraestructuras, priorizar el desarrollo de ciertas puertas de entrada internacionales, como son los puertos de Lach Huyen, en Hai Phong; Cai Mep, en Ba Ria – Vung Tau; y Van Phong, en Hanh Hoa, entre otras.

A fin de alcanzar estas metas, decisivas para que algunos de ellos, como el de Van Phong, se conviertan en auténticos «container transit hubs», Vietnam tiene que superar importantes retos estructurales, derivados en unos casos de una capacidad portuaria claramente insuficiente para afrontar la creciente demanda; de unas infraestructuras e instalaciones portuarias apenas desarrolladas, sobre todo para grandes buques, que, al causar problemas de transbordo, provocan el desvío de tráficos a puertos de Singapur, Malasia o Taiwan; de equipamientos viarios y logísticos incompatibles con la situación y tamaño de los puertos, que, como sucede en el caso de Hiep Phuoc, en Ho Chi Ming City, originan serios problemas de conectividad; o de servicios de manipulacion inadecuados, que no solo provocan congestiones y retrasos, sino que además, como consecuencia de ello, incrementan los costes de forma considerable

A pesar de que este Plan se remonta a 2021, y la llegada de ingenierías y constructoras españolas podría hasta cierto punto considerarse tardía frente otras competidoras, como las holandesas, la dimensión del mismo, por el número de puertos afectados, por las obras a acometer y por los plazos de ejecución, deja margen suficiente para que puedan hacerlo, sobre todo cuando por tecnología y precio son capaces de competir con cualesquiera otras, sean holandesas o no. Dicho ésto, conviene precisar que la construcción, explotación y gestión de puertos marítimos son actividades que están sujetas a ciertas condiciones, y que aun cuando en la teoría están abiertas a todo inversor extranjero a través de una sociedad 100% de su propiedad, en la práctica, sin embargo, suele ser necesario recurrir a la constitución de «Joint-Ventures» con socios locales, con objeto de superar dichas condiciones.

3. Fiscalidad

El proceso de apertura económica que Vietnam está llevando a cabo en estos últimos años tiene a la fiscalidad como uno de sus ejes centrales, de ahí que el gobierno vietnamita, consciente de la importancia de atraer inversión extranjera, amplíe de forma progresiva los incentivos fiscales a la misma, en particular en determinados sectores y regiones. Así, algunos considerados prioritarios, como industrias de alta tecnología, desarrollo de software y fabricación con aplicaciones tecnológicas, pueden recibir exenciones completas del impuesto de sociedades (IS) durante los primeros cuatro años; las empresas extranjeras pueden ayudar a sus empleados a deducir sus obligaciones fiscales por mínimos personales y familiares; y las exportaciones de bienes y servicios pueden beneficiarse de un tipo de impuesto del valor añadido (IVA) 0%, cumpliendo determinados requisitos.

Antonio Viñal
Abogado
AVCO Legal
madrid@avco.legal

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