EL DÉCIMO TERCER PLAN DE DESARROLLO ECONOMICO Y SOCIAL DE MALASIA
1. Características generales
Hace unos días, el primer ministro Anwar Ibrahim presentó el Décimo Tercer Plan de Desarrollo Económico y Social de Malasia («Rancanang Malaysia Ketiga Belas»), un Plan que, bajo el lema «Recalibrando la economía» («Melaka Semula Pembangunan»), busca acelerar el crecimiento en línea con los principios de la «Economía MADANI», acrónimo que corresponde a seis valores fundamentales: «Mampan» (Sostenibilidad), «Amanah» (Confianza), «Daya Cipta» (Innovación) «Aman» (Compasión), «Nafas» (Respeto) e «Ihsan» (Prosperidad), adelantados por el propio primer ministro en 2023. Este nuevo Plan, que abarcará el período comprendido entre 2026 y 2030, vendrá a sustituir al plan anterior, el duodécimo, que abarcó los años 2021 a 2025, y con el que, salvedades aparte, como luego veremos, comparte algunos objetivos comunes, como son la resiliencia, la sostenibilidad y la inclusión, convertidos ya en términos recurrentes -y hasta cierto punto inevitables- en este tipo de planes.
El Plan se estructura en torno a tres elementos principales, dimensiones (3), pilares (4) y prioridades (17), de distinto alcance y contenido. Una de estas dimensiones, «una vida de calidad e inclusiva», es una meta que suele formar parte de todo programa político que se precie, siendo su principal problema no el «qué», sino el «cómo», lo cual no obsta para que se tenga en cuenta en un contexto como éste. Lo mismo sucede con dos pilares, «aumentar la agilidad económica» y «acelerar la implementación de la agenda de reforma del servicio público», determinantes ambos, si se incorporan al correspondiente marco regulatorio y se ejecutan luego en tiempo y forma, para dar una respuesta positiva a las necesidades de empresas y particulares. Y, también, con tres prioridades, «incrementar la productividad y competitividad nacionales», «reformar la educación» y «transformar el mercado laboral», claves para convertir el crecimiento en desarrollo y hacer de Malasia una de las 30 mayores economías del mundo.
2. Perspectivas macroeconómicas
Las perspectivas macroeconómicas, a partir de los resultados obtenidos en 2024, son moderamente ambiciosas, partiendo, claro, de la coyuntura en la que fueron establecidas, y no de la actual, caracterizada por un entorno geopolítico lleno de incertidumbres, que inevitablemente terminarán por incidir sobre ellas en mayor o menor medida. Sea como fuere, la confianza en la evolución positiva de determinados factores, como la demanda interna, la inversión extranjera y los sectores secundario y terciario, y en el efecto dinamizador de un presupuesto expansivo, con cifras record de gasto para impulsar las actividades económicas y las reformas estructurales, permiten establecer unas previsiones de crecimiento de entre un 4,5% y un 5,5% anual del producto interior bruto; de un 6,0% de la inversión privada; de un 5,8% del sector secundario; de un 5,2% del sector terciario; y de un 5,5% del consumo privado, frente a un 5,1%, 6,5%, 5,1%, 5,8% y 5,5% respectivamente del período 2021-2025.
Así mismo, permiten aspirar a una renta per cápita de 77.000 ringgits (€ 15.586) en 2030, que superará a la de 54.000 ringgits (€ 10.930) de 2024, y a un salario medio mensual de 3.500 ringgits (€ 708) en 2030, que mejorará el de 2.602 ringgits (€ 526) de 2024. Junto a estas previsiones hay otras que igualmente conviene mencionar y que se refieren a la inflación, que se espera que se mantenga baja, en o por debajo del 3%, en este período; y a la tasa de desempleo, que se confía en que no supere el 3% en 2030, lo que en última instancia, de ser así, equivaldría al pleno empleo. Finalmente, hay otros dos parámetros, el del déficit fiscal y el de la deuda pública, que se esperan contener, en el primer caso para que no exceda el 3% en 2030, y en el segundo para que no supere el 60%, mediante la mejora de la sostenibilidad fiscal a través de una gobernanza replanteada, un gasto público apoyado en colaboraciones público-privadas y una gestión eficiente de los ingresos.
3. Oportunidades de inversión
Aun cuando el Plan contempla importantes oportunidades de inversión en prácticamente todos los sectores de la economía, estas oportunidades son mayores en algunos, destacando entre ellos, para empezar, el de la energía, de acuerdo con la Hoja de Ruta Nacional para la Transición Energética, que espera atraer unos 25.000 millones de ringgits (€ 5.073.152.500,00) en seis áreas clave: eficiencia energética, energía renovable, combustible de hidrógeno, bioenergía, movilidad verde para el transporte aéreo, terrestre y marítimo y la captura, utilización y almacenamiento de carbono. Y para seguir, a continuación, con el del ecosistema digital, en el que se pretende profundizar, recurriendo para ello a ciertos instrumentos, como gobernanza, infraestructura, industria y talento, conforme a lo dispuesto en el Plan de Acción Nacional de Inteligencia Artificial 2030, lo que brindará mayores posibilidades a los que inviertan en tecnología de la información, telecomunicaciones, comercio electrónico y soluciones digitales.
Además de estos sectores, hay otros dos que igualmente interesa resaltar, y que son, por un lado, la economía marítima, y, por otro, las infraestructuras. En el primer caso, el objetivo de desarrollar el carbono azul y las industrias marítimas estratégicas implicará considerables inversiones en transporte marítimo ecológico, infraestructuras portuarias, turismo marítimo, energía renovable azul y tecnologías marítimas avanzadas. Y, en el segundo, la prosecución del programa de mejora de las infraestructuras de transporte, con especial atención a la construcción y ampliación de terminales portuarias, autopistas y proyectos ferroviarios, con nuevas redes ferroviarias y de carreteras en Penang, Johor, Malasia Peninsular Oriental, Sabah y Sarawak, o la Autopista Pan Borneo y la carretera de enlace Sarawak-Sabah, contribuirá a dar un nuevo impulso a la conectividad y al crecimiento económico, proporcionando, como en los casos anteriores, importantes opciones de inversión a las empresas interesadas.
4. Implicaciones públicas y privadas
A mi juicio, las perspectivas macroeconómicas mencionadas líneas atrás, por muy políticamente atractivas que parezcan, sólo podrán materializarse si concurren dos circunstancias fundamentales, la implicación pública, por un lado, y la privada, por otro. En el primer caso, por medio de la simplificación de leyes y reglamentos y la reducción de cargas administrativas, para minimizar el acervo legislativo y mejorar la eficiencia operativa, aspectos clave sin duda a la hora de recuperar una cierta credibilidad y transformar el marco regulatorio y el sistema administrativo en un motor de competitividad, y no en un lastre. Y, en el segundo, a través de mejoras en nuevas tecnologías y nuevos procesos que permitan abordar con ciertas garantías de éxito el principal reto de este Plan, la transición a una economía de alta tecnología y alto valor, con capacidades avanzadas en áreas como la inteligencia artificial (IA) y la tecnología de la información y la comunicación (TIC).
5. Opciones empresariales españolas
Antonio Bonet, presidente del Círculo de Exportadores e Inversores, en un artículo publicado recientemente en Expansión, dedicado a analizar las «Oportunidades para la empresa española en el actual contexto internacional», llama la atención sobre tres de los cambios estructurales más importantes, climático, tecnológico y demográfico, a los que añade una profunda transformación de las relaciones económicas internacionales, del multilateralismo al proteccionismo. Todo ello está trayendo consigo, en efecto, no sé si de forma irreversible, pero real en cualquier caso, una reconfiguración de estrategias, políticas e inversiones nacionales que las empresas españolas deben identificar, explorar y aprovechar, siendo la que acabo de comentar brevemente, el Décimo Tercer Plan de Desarrollo Económico y Social de Malasia, una de ellas a la que sin duda deben prestar atención. No es fácil, claro, nada es fácil, pero si el resto de las empresas europeas ya lo están haciendo, ¿por qué las españolas no?.