Skyline de Singapur, un país con grandes oportunidades para los inversores de los mercados del sudeste asiático

Hace unos años, el que fue Ministro de Asuntos Exteriores de Indonesia de 2009 a 2014, Marty Natalegawa, escribió un libro titulado «Does ASEAN Matter?«, en el que, al reflexionar acerca del papel de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en esta zona del mundo y, por extensión, en Asia Oriental, Asia-Pacífico e Indo-Pacífico, se preguntaba si la ASEAN importaba o no. Una pregunta semejante a ésta podría hacerse, mutatis mutandis, aquí y ahora, en nuestro caso, para saber si los mercados del Sudeste Asiático interesa o no al sector público y al sector privado de nuestro país, a tenor de los planteamientos de uno y otro respecto a un mercado llamado a ser la cuarta economía del mundo en los próximos años, y en el que razones económicas, demográficas y estratégicas aconsejan estar presente.

Planteamientos Públicos y Privados Españoles en relación con el  Sudeste Asiático

En primer lugar, los planteamientos públicos, en forma de pronunciamientos estratégicos, como «Una visión estratégica para España en Asia 2018-2022» o «La Estrategia de Acción Exterior 2021-2024«, diluyen en un marco más amplio, Asia-Pacífico, una región con identidad y sustantividad propias, como son los mercados del Sudeste Asiático. Esto queda claramente reflejado, en efecto, en el segundo de estos pronunciamientos estratégicos, en el que se afirma que «para España es fundamental defender (…) una mayor implantación de nuestras empresas (en Asia Pacífico)«. Posteriormente, sin embargo, el «Plan Estratégico de Casa Asia 2022-2025» remedia en parte esta situación, al identificar, entre sus áreas de actuación, el mercado del Sudeste Asiático, diferenciando ésta del resto, lo que sin lugar a dudas supone un cierto avance.

Necesidad de una Política Exterior Española más Asertiva en la zona

Ahora bien, el discreto perfil de estos planteamientos debería ser compensado con una política exterior más asertiva en esta zona, una política exterior de perfiles propios, cuya ausencia o debilidad no tenga como coartada la política exterior desplegada por la Unión Europea. Un buen ejemplo de asertividad lo constituye el «Séptimo Diálogo de Alto Nivel sobre las Relaciones Económicas entre la Asean e Italia«, celebrado en Bangkok el 3 y 4 de octubre de 2023, preludio del Octavo Diálogo, que tendrá lugar en Manila el 5 y 6 de noviembre de 2024. Este Diálogo, dirigido a explorar las oportunidades de inversión en diversos sectores del mercado del Sudeste Asiático, en el que tuvieron una destacada intervención Banca Sviluppo, Cassa Depositi e Prestiti y Khazanah Nasional Berhad, fondo soberano malasio, marca a mi juicio un camino a seguir.

Si al discreto perfil anteriormente mencionado añadimos los limitados intercambios comerciales entre nuestro país y los países en los mercados del Sudeste Asiático, y las todavía más limitadas inversiones directas españolas en la zona, con la importante excepción, eso sí, en este último caso, de la llevada a cabo por Acerinox en Johor (Malasia), la conclusión a la que inevitablemente hay que llegar es que falla un punto de partida básico para abordar nuestro posicionamiento público y privado de los mercados del Sudeste Asiático, un fallo  que consiste en que estos mercados del Sudeste Asiático no se encuentran a día de hoy entre las prioridades de nuestra política exterior. Ello puede deberse a razones de diversa índole, como la ausencia de una estrategia propia; el recurso a la política comunitaria como medio para encubrir la falta de una política específica; o la insuficiencia de medios y recursos.

Sea como fuere, estas carencias tienen su reflejo en algo que repercute directamente en nuestros intereses en la zona, como son las escasas visitas oficiales los mercados del Sudeste Asiático, unas visitas que son esenciales para respaldar la labor de nuestros embajadores, de nuestros consejeros comerciales y, en último término, de nuestras empresas. Es cierto que todos ellos, embajadores, consejeros comerciales y empresas, junto con las cámaras españolas de comercio e institutos autonómicos de promoción económica, intentan, mediante un voluntarismo y un esfuerzo encomiables, superar las trabas existentes en los mercados del Sudeste Asiático, pero ello no es suficiente, sobre todo si de lo que se trata es de ganar terreno en estos mercados, para conseguir medirnos con mayores y mejores fuerzas a otros competidores, ya sean locales o extranjeros.

Retos y Oportunidades para hacer Negocios en los mercados del Sudeste Asiático

Al lado de estas carencias hay otras que es necesario destacar igualmente, como es el bajo nivel de información existente en nuestro país acerca de estos mercados del Sudeste Asiático; la dificultad para salir de zonas de confort habituales, como son la Unión Europea, América Latina, Norteamérica o Norte de África, pero también China, Corea del Sur o Japón, e incluso Arabia Saudita, Qatar y Emiratos; o el temor -más emocional que racional- a adentrarse en países que exigen presencia, paciencia y persistencia a la hora de hacer negocios. La tarea divulgativa llevada a cabo por Casa Asia y la Asociación Empresarial España Asean (ASEMPEA), entre otros organismos y entidades, sobre la importancia de esta zona en el mercado financiero del Sudeste Asiático, va lentamente produciendo algún resultado. Un resultado importante, pero todavía insuficiente.

Con todo, si echo la vista atrás y recuerdo cuando AVCO se instaló  en Malasia, hace ahora justamente diez años, observo que el trayecto recorrido por nuestras empresas en el mercado del Sudeste Asiático, sin ser espectacular, ha sido desde luego notable, especialmente si se tiene en cuenta el principio. Por ello, si tuviera que responder a la pregunta que encabeza este artículo, diría que el Sudeste Asiático interesa ahora mucho más que hace unos años, pero, pese a ello, no todo lo que debería interesar. Razones económicas -la Comunidad Económica Asean o la Asociación Económica Integral Regional, promotoras del bloque comercial más importante del mundo-, demográficas -una población de más de 666.473.348 millones de habitantes- o estratégicas -el Estrecho de Malaca, clave del transporte mundial de mercancías- deberían ser suficientes para convencernos de que ese interés tiene que seguir creciendo.

Antonio Viñal
Abogado
AVCO Legal
madrid@avco.legal

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