Siendo el cuarto país más poblado del mundo y el primero de la Asean, Indonesia ha experimentado en los últimos años un significativo aumento en el consumo de energía, necesidad que, a día de hoy, se satisface principalmente a través de fuentes de energías fósiles, dejando casi completamente desaprovechado el potencial que el país presenta en cuanto a energías renovables.

Sobre la base de estas premisas, el gobierno ha establecido, a través de recientes regulaciones normativas, una serie de ambiciosos objetivos para fomentar, en los próximos años, la transición energética del país hacia un mayor uso de las energías verdes.

La apuesta green del gobierno indonesio, a la que se suma la riqueza de recursos naturales del país, representa una gran oportunidad de inversión para las empresas españolas del sector. Sin embargo, antes de pasar analizar las oportunidades de negocio, hay que mencionar brevemente el marco normativo y los agentes implicados.

1. Agentes

Empezando por éstos, el papel principal lo desempeña el Ministerio de Energía y Recursos Minerales (ESDM), encargado de la política, planificación y toma de decisiones en materia energética. Por otro lado, nos encontramos con la Empresa Pública de Electricidad (PLN), que posee el monopolio de facto de la venta y distribución de electricidad a los usuarios; y con los productores independientes de energías, IPP, que se encargan de generar energía y vendérsela a PLN para su distribución. Por último, cabe mencionar la existencia de los productores de propia electricidad (PPU), cuya capacidad de generación energética es baja y solo para uso local, en zonas remotas del país.

2. Normativa

En cuanto al marco normativo, podemos destacar tres pilares principales:

  • El Decreto del Gobierno 79/2014, que contiene la Política de Energía Nacional hasta el año 2050 (KEN) y el Decretoi Presidencial 22/2017, que establece su propio Plan Nacional de Energía (RUEN), y que tienen, ambos, como objetivo, incrementar la producción de energías renovables, a expensas de los combustibles fósiles;

  • El Acuerdo de París, al que se adhirió el país en el año 2016, comprometiéndose a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 29% para el 2030, aumentando al 41% en caso de contar con inversión extrajera;

  • El Plan de Generación Energética de Indonesia para el período 2021-2030 (RUPTL), aprobado, el pasado 5 de octubre de 2021, por la empresa estatal PLN, y que supone un claro compromiso con las energías renovables, destacando además la importancia de los IPP y del sector privado que desarrollarán, en principio, el 64,8% de la nueva capacidad total establecida, planteándose, así, numerosas oportunidades de negocio para las empresas españolas del sector a través de los PPA (Power Purchase Agreement) que está ofreciendo el gobierno.

Mediante este conjunto de normas, el gobierno indonesio pretende conseguir dos objetivos principales: a corto-medio plazo, que las energías renovables aporten en el 2025 el 23% y en 2050 el 31% (contra el 11,20% del año 2020) del total de la energía generada, a costa de los combustibles fósiles; y, en el largo plazo, conseguir la neutralidad en las emisiones.

Si a la normativa anteriormente mencionada, sumamos los recientes cambios llevados a cabo por la denominada Ley Omnibus (Ley de Creación de Empleo 10/2021), las Ordenes ministeriales ESDM 4/2020 y 26/2021, sobre energías renovables y plantas solares en tejados, respectivamente, y, por último, por el Decreto Presidencial sobre Energía Renovable, que, aunque sólo en versión borrador, ha sido recientemente publicado, todo apunta a que la apuesta del gobierno indonesio por las energías renovables es actual y concreta y, sobre todo, representa una oportunidad extraordinaria para las empresas españolas que cuenten con experiencia en el sector.

3. Oportunidades

En el sector de las energías renovables, podemos identificar cuatro subsectores que presentan oportunidades para los empresarios españoles:

  • Energía Solar: aprovechando el gran potencial que tiene el país en este tipo de energía, una vez superadas, aparentemente, las dificultades que su conformación natural plantea a la hora de adquirir terrenos, Indonesia anunciado la construcción de los parques solares flotantes de Cirata (con participación árabe) y Banten (con intervención francesa) y planea construir otros 60 en los próximos años.

  • Vehículos eléctricos: con el fin de aprovechar las grandes reservas de níquel con las que cuenta el país, elemento clave en la fabricación de baterías para coches eléctricos, ha sido creada recientemente la Indonesia Battery Corporation (IBC), empresa estatal que, a través de Joint Ventures con inversores extranjeros, producirá las baterías en siete fases sucesivas.

  • Energía Eólica: uno de los recursos menos explotados del país (actualmente solo el 2% de su potencial), es un sector que debería captar la atención de las empresas españolas que, además, podrían seguir los pasos de la coterránea Siemens Gamesa, que participó en la construcción del primer parque eólico en Indonesia.

  • Energía Hidroeléctrica: es la primera línea de acción RUPTL, que, con el objetivo de aumentar el uso de las energías renovables en los próximos años, prevé que el 45% de este aumento se realice a través de la energía hidroeléctrica.

  • Waste to Energy: la producción de energía a partir de residuos ha sido objeto de una intervención normativa relativamente reciente (Decreto Presidencial 35/2018), que ha previsto la construcción de 12 plantas de gestión de residuos en todo el país, para las que habrá que importar know how extranjero. Por el momento, se ha iniciado la construcción de las centrales de Sunter (con participación finlandesa) y Cakung (con colaboración alemana).

Como se ha señalado, Indonesia cuenta con un enorme potencial en energías renovables, actualmente, en su gran mayoría, no explotado. Esto, junto con la mayor concienciación energética que se está produciendo en los últimos tiempos y las recientes tendencias normativas que buscan fomentar la transición energética del país, parece abrir, como hemos indicado, numerosas posibilidades para las empresas españolas. Lo que queda por ver es, por un lado, cuál será la aplicación práctica de la literalidad de la norma y, por otro, si las empresas españolas querrán aprovechar estas oportunidades, como están empezando a hacer empresas de otros países.

Sara Boffo

Legal Trainee

AVCO LEGAL